Adolfo Santiago Durán Sánchez
Es un insulto el derroche en publicidad que hacen los partidos políticos, más el Partido Revolucionario Institucional, esto lo atestiguamos cada día que pasa.
Un país que desde la Revolución no ha dejado de tener crisis, un país que no ha salido del tercer mundo, una entidad que prácticamente en todos los rubros de la pobreza en México está por debajo de la media nacional, según los datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
En estas circunstancias, la gente quiere soluciones y propuestas de cómo salir adelante, no necesita pulseritas, playeritas y gorritas.
La gente ya no está para retóricas ni campañas demagógicas, el pueblo requiere propuestas inteligentes.
Es claro que el panorama electoral el Partido Revolucionario Institucional en el estado de Puebla ya lo da por ganado y así lo quiere hacer creer. Incluso Javier López Zavala presumió que se llevará “carro completo”.
El derroche en publicidad no ayuda a la democracia, pues parece que le apuestan a la necesidad de la gente y no a su mejora.
En esta campaña, los electores son vistos como un botín con el que se puede jugar al antojo en cada coyuntura donde les prometen las perlas de la virgen.
Las auditorías en esta campaña son urgentes, para que se respete la ley y el dispendio de recursos, para que mejor se apliquen a programas sociales sustentables.
Que en estas elecciones lo menos peor se imponga y que pulule la razón, lo merecemos.
El poblano decidirá si continúa con más de lo mismo otros seis años, o si desea un cambio.
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